Rincón de Ademuz

Territorio Museo

 

El Territorio Museo

Todo el territorio del Rincón de Ademuz, sus bosques, sus montañas, sus ríos, sus cultivos, sus arquitecturas, sus obras artísticas, sus costumbres o el mismo caserío, constituyen un gran parque cultural, único, por el grado de conservación, variedad y singularidad. Nos encontramos en un vital nudo de comunicaciones y de culturas, un trascendental lugar de encuentro y convivencia, que no ha perdido su autenticidad, su identidad; un espacio entrañable con un suculento patrimonio, un gran Territorio-Museo.

 

Centro de recepción

Uno de los principales recursos culturales y turísticos con los que cuenta el Rincón son los numerosos elementos arquitectónicos de época preindustrial, como molinos, hornos de yeso, tahonas, tejerías, escuelas o “Cubos”, entre otros, que se convierten en huellas significativas de las actividades y la forma de vivir de antaño. Algunas de estas estructuras vernáculas, que nos permiten sumergirnos en los entrañables senderos de la memoria, se han musealizado y convertido en interesantísimos Centros de interpretación y componen un itinerario imprescindible en territorio valenciano.

 

Conocer El Rincón

El siete es el número de la totalidad, de la perfección, como los siete días de la semana, los siete grados celestiales o las siete esferas. Siete son los pueblos que componen esta comarca, con sus correspondientes aldeas, aunque por sus vínculos y su cohesión componen, pese a la diversidad de sus arquitecturas y sus paisajes, una historia y una idiosincrasia común que es necesario conocer. Así mismo, la actividad comercial y sus productos de artesanía y alimentarios (embutidos, repostería, turrones, etc.), junto a los servicios y ocio, se unen al patrimonio y al privilegiado entorno natural, para configurar un destino turístico de primer orden.

 

Itinerarios

Estamos en un espacio sereno, sosegado, donde se respira equilibrio. Un territorio antiguo donde todo se conserva en estado puro, en armonía: los pueblos y sus costumbres, su montañas, las más altas de la región y sus ríos, los más nítidos. Un territorio donde se mezclan en un coctel trascendental, la tradición y la modernidad, por ejemplo, el mayor parque escultórico europeo al aire libre, con los bosques, los ritos y las arquitecturas más antiguas. Un patrimonio único, atravesado por múltiples senderos, infinidad de caminos.